Hoy 4 de marzo se celebra el día mundial del tenis, y nosotros lo celebramos reflexionando sobre nuestro rubro principal que es la seguridad y la salud en el trabajo y uno de los mejores deportes en esta vida, el tenis.

En el mundo del tenis de élite, nombres como Rafael Nadal, Roger Federer, Pete Sampras y Andre Agassi evocan imágenes de precisión, disciplina y una búsqueda incesante de la excelencia. Sus carreras, plagadas de Grand Slams y victorias memorables, son testimonio de la dedicación y el rigor que demanda la cima del deporte. Pero, ¿qué podemos aprender de estos titanes del tenis y aplicar en un ámbito tan distinto como la minería de cobre a tajo abierto en Perú?

La respuesta reside en la mentalidad. Un tenista de alto rendimiento no deja nada al azar. Cada golpe, cada movimiento, cada estrategia es meticulosamente planificado y ejecutado. La seguridad en la minería debe abordarse con la misma precisión. En un entorno donde el riesgo es inherente, la improvisación y la negligencia son inadmisibles.

Así como un tenista estudia a su oponente, analiza sus fortalezas y debilidades, y se adapta a las condiciones del juego, una empresa minera debe evaluar y mitigar los riesgos en cada etapa de la operación. La capacitación constante, el mantenimiento preventivo y el cumplimiento estricto de los protocolos de seguridad son los "entrenamientos" que garantizan un desempeño seguro y eficiente.

Nadal, con su espíritu de lucha incansable, nos enseña que la perseverancia es clave. En la minería, esto se traduce en una cultura de seguridad arraigada, donde cada trabajador se siente responsable de su bienestar y el de sus compañeros. Federer, con su elegancia y precisión, nos recuerda la importancia de la calidad en cada acción. En la minería, esto significa priorizar la seguridad por encima de la producción a corto plazo.

En el Perú, un país con una rica tradición minera, aún hay un largo camino por recorrer en cuanto a seguridad industrial. No podemos permitir que la búsqueda de la rentabilidad eclipse el valor de la vida humana. Debemos adoptar una mentalidad de campeones, como la de los grandes tenistas, donde la excelencia y la seguridad son inseparables.

Recordemos que detrás de cada cifra de producción hay personas, familias, historias. Invirtamos en su seguridad, brindémosles un futuro digno. Porque, al final, la verdadera grandeza no se mide en toneladas de cobre extraídas, sino en vidas protegidas y sueños cumplidos.

Hoy nuestra empresa ISUR atiende a Southern Peru y AngloAmerican Quellaveco, nos preocupamos por brindar los mejores productos que cuiden de las personas, somos un aliado estratégico no vemos la seguridad como un ahorro de dos centavos, la seguridad es parte de nuestro accionar diario.